- La factura de la luz sigue anotando precios máximos de la electricidad
- Así, muchos están valorando la idea de instalar un sistema fotovoltaico
- Un momento propicio gracias a las ayudas que ha lanzado le Gobierno
Entre el aumento del precio de la electricidad y las ayudas que ha lanzado el Gobierno para incentivar el autoconsumo, se espera que este 2021 sea un buen año para el sector de los sistemas fotovoltaicos. Así, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, agencia del Gobierno, ha lanzando una guía de iniciación en el autoconsumo.
1. ¿Qué es el autoconsumo? Es la capacidad que permite a cualquier persona o empresa producir y consumir su propia electricidad instalando en su hogar, local o comunidad de vecinos paneles solares fotovoltaicos u otros sistemas de generación renovable.
2. Cómo es una instalación de autoconsumo. Esta compuesta por un sistema de producción (por ejemplo, unos paneles solares fotovoltaicos, o un generador minieólico), que es la parte más visible del sistema, y de otros elementos como los inversores, cables, conectores y, opcionalmente, baterías.
Este sistema se conecta a la instalación eléctrica de la casa o edificio, y automáticamente genera un ahorro en la factura de la luz: la energía que se utilice en el edificio vendrá prioritariamente de la instalación de autoconsumo cuando ésta esté generando, mientras que el resto seguirá viniendo de la red. A efectos del usuario, no se nota ninguna diferencia entre un caso y otro.
3. ¿Es viable económicamente? IDAE explica que un sistema de 3 kW puede cubrir la mayoría de las necesidades de iluminación y consumo eléctrico de un hogar de cuatro miembros y una superficie de setenta metros cuadrados. Teniendo esto en cuenta, la amortización de una instalación en autoconsumo estaría entre seis y diez años.
4. Qué pasa con el excedente de energía. Una instalación de placas solares puede producir excedentes de energía, por ejemplo, si estamos fuera de casa durante las horas de sol. Para estos casos, hay distintas opciones:
– Instalar baterías para almacenar la energía en momentos sobrantes.
– Para instalaciones menores de 100 kW se puede optar por un sistema de compensación simplificada, en la que la comercializadora compensa los excedentes como un ahorro en la factura de la luz, mes a mes.
– Otra posibilidad es optar por autoconsumo con excedentes sin compensación simplificada. Esto permite vender todos los excedentes que se tengan sin un límite mensual.
5. El primer paso para el autoconsumo. El punto de partida es disponer del espacio necesario: tejado, cubiertas, jardín, etcétera, pero también son muy importantes las características de la zona donde se resida y su orientación respecto al sol, ya que es vital para sacar el máximo rendimiento de la instalación.
Teniendo esto en cuenta, IDAE recomienda realizar un estudio de viabilidad que analice las posibilidades del edificio, el presupuesto de lo que podría costar la instalación y qué margen de ahorro se puede producir en la factura.